jueves, 6 de agosto de 2009

Solo ante el peligro





Periódicamente (intento que sea cada año) me siento ante la tele a ver una vez más este clásico del western titulado "Sólo ante el peligro" (High Noon).

Esta película de Fred Zinnemman narra en poco más de hora y veinte minutos (lo que tarda en llegar el tren que trae de regreso al pueblo al malo) como Gary Cooper se tiene que enfrentar a un bandido (que encerró tiempo atras) y a sus secuaces el mismo día de su boda y en el que es su último día como sheriff.

El sentido de la responsabilidad le obliga a no huir y a enfrentarse a su destino. Pero lo que no espera es que en todo el pueblo (incluso sus amigos) no haya nadie dispuesto a ayudarle (ni siquiera su ayudante).

Me llaman la atención varias cosas de esta absoluta obra maestra por la que Gary Cooper ganó el Oscar a mejor actor (totalmente justo)

Lo primero es como Cooper transmite magistralmente en la película tantos estados de ánimo: alegría por casarse, miedo ante lo que le espera, decepción por los amigos que lo abandonan,...

Otra cosa que hace reflexionar es cómo esos amigos que en los buenos momentos lo apoyaron ahora lo dejan de lado y lo ignoran o huyen de él (eso nos ha pasado a todos alguna vez).

Los únicos que están dispuestos a ayudarlo son un crío de 14 años y un tuerto anciano y borrachín. (Por supuesto él no les deja).

Constantemente vemos algún reloj que acerca las manecillas hacía las 12, momento en que debe llegar el tren.

La canción y banda sonora se hicieron muy famosas y están muy bien

En fin no voy a destripar más la película...sólo animaros a aquellos que no la hayáis visto a verla cuanto antes.

Una curiosidad, la película rodada en los tiempos de la caza de brujas americana contra los comunistas es una crítica a muchos personajes del mundo del cine que dejaron de lado a aquellos cineastas denunciados por actividades comunistas. Buen detalle de eso es que en un momento de la película, Gary Cooper le dice a un chaval que vaya a buscar a tres personas de las que da nombre y apellido (entre ellos el director Samuel Fuller) y que se correspondían con personas reales que testificaron contra compañeros "comunistas" o se negaron a ayudarlos. Por supuesto estas tres personas no aparecen para ayudar al Sheriff. Realidad y Ficción yendo de la mano...

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