jueves, 21 de enero de 2010

Una entrada buenísima

Copio esta entrada del blog de Angel Casana del periódico el mundo...Me ha parecido genial


Estados Unidos 2 - España 0
20 ENE 2010 14:55
Se cumple un año de la toma de posesión de Barack Obama como presidente de Estados Unidos. Hemos comentado sobradamente las imágenes que ha dado el presidente norteamericano, tanto en campaña como durante su mandato. Ahora, centrémonos en dos situaciones que se han producido en los primeros días tras el terremoto de Haití. El asunto a estudiar es la imagen que han transmitido los gobernantes de España y Estados Unidos en su relación con la catástrofe.

José Luis Rodríguez Zapatero no está. No decimos que no se haya implicado en ello. Sencillamente, no hay una sola imagen que comunique el trabajo que está haciendo en relación a la catástrofe caribeña. No cuentan las llamadas telefónicas, la puesta en marcha de determinados equipos, gestiones diversas, ni unas cuantas frases en una rueda de prensa. No hay una sólo foto que relacione de manera directa al presidente Zapatero con Haití. En 2010 algo que no existe en foto o vídeo, no existe.



Cruzamos el Atlántico. Barack Obama fotografiado mientras visita el centro de operaciones de la Cruz Roja. Mensaje directo relacionando al presidente estadounidense con los trabajos de ayuda a los haitianos. Fotografía muy limpia que convierte a Obama en el centro de atención, al situar a cuatro personas escuchando sus argumentos. La mujer desenfocada en primer plano aporta el toque de naturalidad. Nadie mira a cámara. Siendo una foto muy preparada, parece una situación que se ha producido espontáneamente. El cartel de la derecha sirve para ubicar la imagen. El foco está en el protagonista, en sus manos y en su rostro. Mensaje: el presidente está al mando, con mucha gente alrededor escuchándole y trabajando.

Ya hemos visto que la comparación entre Rodríguez Zapatero y Obama no aguanta ni un asalto. Bajemos un escalón: expresidente contra vicepresidenta. Bill Clinton y María Teresa Fernández de la Vega han visitado la zona. El volumen de imágenes que dejó la visita de Clinton es abrumador: visitando un hospital, consolando a una víctima, saludando a los trabajadores humanitarios, fotografiándose con los soldados...

Leamos esta fotografía. Nuevamente, una imagen de apariencia simple, lineal, muy horizontal. Obliga a la mirada a continuar hacia la izquierda, hacia tierra. Los personajes que le acompañan descargando víveres están cuidadosamente colocados: un miembro de la tripulación, un hombre con camiseta 'Ayuda Terremoto Haití', una mujer negra a su lado con el mismo lema y un par de soldados. Mensaje: el expresidente ha venido a echar una mano. Políticos, civiles y militares por Haití.


Sigamos. La vicepresidenta del gobierno español también ha visitado la zona. Uno de los miembros del gabinete a quien la cámara suele tratar con cariño ha salido esta vez muy mal parada.


Bajando del avión. Nueve personas salen en cuadro cada uno haciendo nada por favorecer la imagen.


La cosa empeora. Mirando de lado, rodeada de gente que, con excepción del escolta, no se sabe muy bien que pinta.


Entramos en el capítulo de posados: un perro de la Guardia Civil en un momento de descanso, agentes de cuerpos diversos de espaldas saludando a la vicepresidenta... A cuál peor. Para no aburrir, un solo ejemplo y un consejo: fotografías en plan equipo de fútbol en una tragedia, nunca.


Probando unas lentejas. Sin comentario.



Ahora a trabajar. Reunión con el primer ministro haitiano, Jean Max Bellerive. ¿Qué imagen de reunión de trabajo se puede dar con el cuaderno del presidente cerrado, unas gafas de sol en la mesa, una fila de gente en el lado derecho? ¿No sería mejor el paralelismo: dos personas del gobierno haitiano frente a dos del gobierno español? Cuadernos abiertos o sin cuadernos. Nunca cerrados.


Seguimos trabajando. Reunión con René Preval, presidente de Haití. ¿Quién es el individuo que aparece detrás. Se lleva toda la atención.

En definitiva, el presidente Zapatero no logró hacer sombra gráficamente a Barack Obama por incomparecencia. Por su parte, la imagen de la vicepresidenta de la Vega perdió por K.O. frente a la de Bill Clinton.

La diferencia es clara: la Casa Blanca cuenta con un reputado equipo de profesionales de la imagen, gente que ha trabajado en medios de comunicación, que conoce el terreno y cómo van a quedar esas fotos en página, que localizan el escenario donde se fotografiará a su jefe, que se ocupa de los detalles, que sujeta las gafas de un vicepresidente mientras trabajan los fotógrafos y cámaras de televisión, que limpia el escenario para que no aparezcan interminables séquitos estorbando o personas detrás de los protagonistas...

La tragedia es que contamos con una magnífica generación de fotógrafos que por la escasa preparación de las imágenes acaba tomando pobres fotografías que no alcanzan un nivel de exigencia mínimo. En fín, lo que va de una foto buena a una impublicable.

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