sábado, 20 de marzo de 2010

Green zone: distrito protegido



Película entretenida la última del tandem Paul Greengrass y Matt Damon.
Después de las fabulosas segunda y tercera partes de Bourne (la primera dirigida por Doug Liman también es muy buena), Greengrass y Damon vuelven a las andadas con otra película. Esta vez situada en Irak y con el trasfondo de las armas de destrucción masiva que nunca aparecieron.
La película tiene un buen ritmo y cuenta con buenas escenas de acción (aunque la verdad tanta cámara en mano que no te enteras de todo lo que está pasando); también es de destacar la BSO que le va muy bien a la acción que transmite el film.
Lo que más chirría es la historia que no es nada del otro mundo. Crítica la falacia de la invasión de Irak por EEUU a causa de unas armas de destrucción masiva que nunca se encontraron. Se plantea si fue a sabiendas del Gobierno, o si fue información errónea. Se plantea también cómo debía hacerse la reconstreucción democrática de la zona.
Otro tema que aborda, aunque de manera más alejada, es que en el fondo, derrocar a un tirano como Sadam, era necesario debido al trato que recibía la población.

Fuera de guión, la película merece la pena verse, porque te pasas unos 100 minutos de lo más entretenidos, con el estilo inconfundible del director y con unas actuaciones decentes (no sólo de Damon, sino también de Greg Kinnear, Jason Isaacs o Brendan Gleeson).

Además con lo que hay por la cartelera últimamente, pasarse un par de horas agradables en el cine tampoco viene mal.

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