Menos mal que existe Pixar y cada año nos ofrece un peliculón para elevar el pésimo nivel cinematográfico que nos rodea últimamente.
Esta vez nos maravilla con la tercera parte de la saga de los juguetes y hace añicos la frase de que segundas y terceras partes nunca son buenas. Porque estamos ante una buena (muy buena) película con una gran historia y un ritmo impecable. La película habla de la amistad, la fidelidad, la adaptación a los cambios...como siempre, la película la disfrutarán grandes y pequeños, cada uno a su manera.
Argumento: Sabiendo que Andy se prepara para ir a la universidad, el vaquero Woody, el astronauta Buzz y el resto de sus amigos comienzan a preocuparse ante su incierto futuro. Efectivamente, todos los juguetes acaban en una guardería, donde por ejemplo la muñeca Barbie conocerá al guapo Ken. Esta reunión de los amigos con otros nuevos juguetes, no será sino el inicio de un montón de trepidantes y variadas aventuras.
Como en las anteriores entregas cabe destacar los personajes que pueblan la película. Los de siempre y los nuevos (impresionante el Kent que intenta ligar con Barbie).
Como novedad de la serie de Toy Story conviene destacar el tono algo sombrío e incluso algo aterrador de una parte de la película (el muñeco bebe) y que quizás asuste un poquito a los espectadores más niños.
Incluso Buzz Lightyear acaba hablando con acento andaluz (para saber cómo tendréis que ver la película).
En fin, os recomiendo que disfrutéis de Woody, Buzz, los señores patata...etc y ya sabéis: HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ.
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