El último libro de la saga Harry Potter se estrena en dos partes (supongo que para que los productores se hagan doblemente ricos, pues la película está arrasando en las taquillas de todo el mundo).
Esta primera parte del último libro mejora sustancialmente a la anterior que me había parecido la peor de toda la saga.
La película pese a todo tiene un handicap que ya ocurría en las anteriores y es que son inexplicablemente largas. A "Harry Potter y las reliquieas de la muerte" le sobran entre 30 y 40 minutos en los que Potter y Hermione andan ocultas en varios parajes y que son muy aburridos y sin ritmo.
Fuera de esa parte el resto de la película es entretenido con secuencias muy buenas como la incursión en el Ministerio de la Magia haciéndose pasar por trabajadores del mismo o la persecución por los carroñeros que deriva en un final dramático y pendiente de la continuación.
Los actores están como siempre, dan la talla los principales y los secundarios encarnados por muchas caras conocidas lo hacen bien, me gusta especialmente Ralph Fiennes como el malvado Lord Volddemort que logra darle un auténtico tono terrorífico a su personaje.
Los efectos especiales rayan a la altura y las escenas de acción de dejan ver.
En resumidas cuentas una película que se deja ver que hace de antesala al final definitivo de la saga que se prevee espectacular y apoteósico (3D incluído). Con un pero que es su duración que la aboca a una bajada en su mitad.
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