Domingo Villar es un escritor gallego afincado en Madrid que ha escrito la segunda novela protagonizada por Leo Caldas un inspector de policía de Vigo.
La novela me ha parecido genial, de lo mejor que he leído en mucho tiempo: por su historia, por su intriga, por sus personajes y por el entorno conocido: Vigo y alrededores. Parece que si la novela la escribe alguien sueco ya es buena de por sí (fenómeno Larsson y cuánta basura nos está llegando de esa zona) y en cambio algo tan cercano como esta novela sería bueno que no pasase de largo.
La historia, en apariencia sencilla (la aparición de un cadáver ahogado supuestamente suicidado) esconde una trama más compleja aunque no complicada de leer.
El inspector Leo Caldas enseguida sospecha que el pescador fallecido ha sido asesinado y en un ambiente de un pueblo marinero pequeño (Panxón) debe averiguar quién ha podido matar a un pescador que no parecía llevarse mal con nadie.
La historia está muy bien escrita y para mí, coruñés aunque afincado en Vigo al leer las descripciones de paisajes y lugares conocidos me parece estar viviendo la novela en primera persona.
Los personajes son cercanos y creíbles. Leo Caldas el protagonista , inspector concienzudo y que colabora en un programa de Radio por lo que es conocido allá donde va (cosa que le perturba bastante), su padre cuya relación marca bastante toda la novela, su compañero...un zaragozano brutote que no termina de adaptarse al carácter de los gallegos (aunque sí a sus percebes), y todos los personajes de la investigación que son tan bien retratados.
En fin una joya de novela (su primera novela, también con Leo Caldas se llama: Ojos de agua), que recomiendo vivamente.
Traducidas también a infinidad de idiomas extranjeros , ambas han conseguido poner de acuerdo a crítica y público en que las aventuras de Leo Caldas y Rafael Estévez valen la pena. Gracias a ellos el vigués será el único español en el prestigioso congreso alemán de literatura policíaca, Mord am Hellweg (Este párrafo está sacado de ElMundo.es
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