Nos van dejando las estrellas del Hollywood clásico. Si ayer era Arthur Penn (Bonny and Clyde) hoy ha sido Tony Curtis.
Curtis no era un actor que me gustara mucho, ni creo que llegue al gran nivel de muchos de sus compañeros, pero no hay que negarle un puñado de buenos papeles y buenas películas.
Todos recordaremos los papeles de comedia de Curtis, sobre todo "Con faldas y a lo loco", esa inolvidable comedia donde se disfraza de mujer junto a Jack Lemmon para huir de unos mafiosos.
Pero Curtis tiene papeles dramáticos donde demostró su valía: "Espartaco", "Los vikingos", "Fugitivos" o su papel de psicópata en "El estrangulador de Boston", basado en un hecho verídico.
Descanse en paz el bueno de Curtis.
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